Indefectiblemente el ser humano atraviesa por
elaboraciones de duelo que tienen que ver con la finalización de una relación
amorosa, viéndose abocado a repensar las situaciones que lo llevaron a
construir esa relación de pareja, lo cual trae consigo innumerables culpas y
reflexiones sobre la manera como se equivocó en dicha elección o la forma de
actuar que no llevo a la satisfacción del otro, en esas reflexiones pueden
pasar meses e incluso años y peor aún se puede pasar la vida haciendo cíclica
“la decepción amorosa” y repitiendo “esquemas de elección de pareja”, si se ha
pasado por múltiples rompimientos con parejas de características similares, es
muy posible que no se haya detenido a pensar en la finalidad que desea al
iniciar una relación vincular, con lo cual no se quiere decir que si se tiene
claro el objetivo al establecer una relación vincular no hay cabida a
equivocaciones, pero si podrá, en el caso de terminar una relación, hacer más
fácil la elaboración del rompimiento. De tal modo es importante significar el
concepto de pareja, ¿Qué es una pareja?
Pareja: “Podría entenderse a la pareja
como la relación que establecen dos personas para compartir una determinada
unión; la cual implica afinidad en proyectos de vida conjuntos a futuro. Esta
unión es el resultado de un período de asentamiento en el cual los sujetos que
se implican determinan una forma característica de enlace al que se le denomina
“vínculo”.”Tomado de Lic. Galo
Guerra Vargas. Psicólogo Modificador De Conducta, Miembro de
la Academia de Ciencias de Nueva York; Director del Instituto Cognitivo
Conductual, Y Docente Universitario.
Con ello se puede iniciar un viaje para
discriminar y entender qué tipo de relaciones se desean construir y sostener a
lo largo de la vida, de tal modo aparecen reflexiones internas necesarias,
para, no solo hacer la elección sino la construcción de la relación vincular
que se va a mantener, dichas reflexiones están dadas en el entendimiento que las
relaciones afectivas suponen un encuentro, una dualidad entre lo racional y lo
irracional, la cotidianidad y lo novedoso, por lo tanto para comprender dicha
dualidad es necesario respetar las diferencias del otro, poseer un adecuado
conocimiento de sí mismo comprendiendo las propias particularidades sin que
ello llegue a dañar al otro, ya que esto estaría obviando la real dimensión del
mundo de aquel o aquella que se elige como pareja.
Cuando se asume una relación de pareja, se
asume al otro y la oportunidad que brinda de entrar en su mundo con todo lo que
ello implica, compromisos, libertades, amores y desamores, si se recuerdan las
diferencias y la fragilidad de las relaciones afectivas se lograrán abrazar las
relaciones de manera efectiva.
La elección de pareja y la comprensión de
estas cuestiones están relacionadas con los estados del Yo. Berne (1961) define
los estados del Yo como
"sistemas coherentes de pensamiento y
sentimiento manifestados por los correspondientes patrones de conducta". Todos los seres humanos
manifiestan tres estados del Yo, y a través de ellos se escoge la pareja, la
comprensión de estos tres estados ayudará decididamente en la elección de
pareja y la comprensión de las erradas o acertadas elecciones que se han
hecho.
Estado, Padre del Yo, están inmersas las actitudes y el comportamiento aprendidos
de procedencia externa. La persona siente, piensa, actúa, habla y responde
igual que lo hacía su padre o su madre cuando era pequeño.
Estado Adulto del Yo, se aprecia la realidad presente de
forma objetiva y organizada, aprecia de manera imparcial lo que le rodea, calcula
las posibilidades y las probabilidades sobre la base de su experiencia y
conocimientos.
Estado Niño del Yo, contiene registros de sus primeras experiencias, de
cómo respondió a ellas y de las posiciones que adoptó con relación a él mismo y
a los demás, es la parte de la persona que siente piensa, actúa, habla y
responde igual que lo hacía él/ella cuando era un niño/niña de cierta edad.
A la hora de pensar en la arquitectura de una
relación, es importante comprender desde que estado se han venido eligiendo las
relaciones vinculares y con ello seguramente obtener una idea clara desde dónde
se va a hacer la próxima elección, en procura de llevar a cabo las elecciones y
manejo de las relaciones desde el YO
ADULTO.
Lady Castaño M.
Psicóloga
www.facebook.com/faroasesoria
ELECCIÓN DE PAREJA
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