jueves, 27 de febrero de 2014

ELECCIÓN DE PAREJA

Indefectiblemente el ser humano atraviesa por elaboraciones de duelo que tienen que ver con la finalización de una relación amorosa, viéndose abocado a repensar las situaciones que lo llevaron a construir esa relación de pareja, lo cual trae consigo innumerables culpas y reflexiones sobre la manera como se equivocó en dicha elección o la forma de actuar que no llevo a la satisfacción del otro, en esas reflexiones pueden pasar meses e incluso años y peor aún se puede pasar la vida haciendo cíclica “la decepción amorosa” y repitiendo “esquemas de elección de pareja”, si se ha pasado por múltiples rompimientos con parejas de características similares, es muy posible que no se haya detenido a pensar en la finalidad que desea al iniciar una relación vincular, con lo cual no se quiere decir que si se tiene claro el objetivo al establecer una relación vincular no hay cabida a equivocaciones, pero si podrá, en el caso de terminar una relación, hacer más fácil la elaboración del rompimiento. De tal modo es importante significar el concepto de pareja, ¿Qué es una pareja?
Pareja: “Podría entenderse a la pareja como la relación que establecen dos personas para compartir una determinada unión; la cual implica afinidad en proyectos de vida conjuntos a futuro. Esta unión es el resultado de un período de asentamiento en el cual los sujetos que se implican determinan una forma característica de enlace al que se le denomina “vínculo”.”Tomado de Lic. Galo Guerra Vargas. Psicólogo Modificador De Conducta, Miembro de la Academia de Ciencias de Nueva York; Director del Instituto Cognitivo Conductual, Y Docente Universitario.
Con ello se puede iniciar un viaje para discriminar y entender qué tipo de relaciones se desean construir y sostener a lo largo de la vida, de tal modo aparecen reflexiones internas necesarias, para, no solo hacer la elección sino la construcción de la relación vincular que se va a mantener, dichas reflexiones están dadas en el entendimiento que las relaciones afectivas suponen un encuentro, una dualidad entre lo racional y lo irracional, la cotidianidad y lo novedoso, por lo tanto para comprender dicha dualidad es necesario respetar las diferencias del otro, poseer un adecuado conocimiento de sí mismo comprendiendo las propias particularidades sin que ello llegue a dañar al otro, ya que esto estaría obviando la real dimensión del mundo de aquel o aquella que se elige como pareja.

Cuando se asume una relación de pareja, se asume al otro y la oportunidad que brinda de entrar en su mundo con todo lo que ello implica, compromisos, libertades, amores y desamores, si se recuerdan las diferencias y la fragilidad de las relaciones afectivas se lograrán abrazar las relaciones de manera efectiva.
La elección de pareja y la comprensión de estas cuestiones están relacionadas con los estados del Yo. Berne (1961) define los estados del Yo como "sistemas coherentes de pensamiento y sentimiento manifestados por los correspondientes patrones de conducta". Todos los seres humanos manifiestan tres estados del Yo, y a través de ellos se escoge la pareja, la comprensión de estos tres estados ayudará decididamente en la elección de pareja y la comprensión de las erradas o acertadas elecciones que se han hecho. 
Estado, Padre del Yo, están inmersas las actitudes y el comportamiento aprendidos de procedencia externa. La persona siente, piensa, actúa, habla y responde igual que lo hacía su padre o su madre cuando era  pequeño.    

Estado Adulto del Yo, se aprecia la realidad presente de forma objetiva y organizada, aprecia de manera imparcial lo que le rodea, calcula las posibilidades y las probabilidades sobre la base de su experiencia y conocimientos.

Estado Niño del Yo, contiene registros de sus primeras experiencias, de cómo respondió a ellas y de las posiciones que adoptó con relación a él mismo y a los demás, es la parte de la persona que siente piensa, actúa, habla y responde igual que lo hacía él/ella cuando era un niño/niña de cierta edad.


A la hora de pensar en la arquitectura de una relación, es importante comprender desde que estado se han venido eligiendo las relaciones vinculares y con ello seguramente obtener una idea clara desde dónde se va a hacer la próxima elección, en procura de llevar a cabo las elecciones y manejo de las relaciones desde el YO ADULTO.
Lady Castaño M.
Psicóloga
www.facebook.com/faroasesoria

jueves, 20 de febrero de 2014

DERECHOS Y DEBERES: UN MUNDO POR CONSTRUIR PARA LA INFANCIA

“La familia, la sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral y el ejercicio pleno de sus derechos. Cualquier persona puede exigir de la autoridad competente su cumplimiento y la sanción de los infractores”[1]

En Colombia se ha procurado, desde la Constitución Política, otorgar los siguientes derechos a los niños y niñas:
·         La vida
·         La integridad física
·         La salud y la seguridad social
·         La alimentación equilibrada
·         Nombre y nacionalidad
·         Tener una familia y no ser separados de ella
·         El cuidado y el amor
·         La educación y la cultura
·         La recreación y la libre expresión de su opinión
·         Serán protegidos contra toda forma de abandono, violencia física o moral, secuestro, venta, abuso sexual, explotación laboral o económica y trabajos riesgosos.
Sin embargo es común ver en nuestro país cómo no solo se vulneran los derechos de los niños y niñas sino cómo cada vez más los menores se convierten en pequeños infractores, escudándose en sus derechos y olvidando sus deberes. Esto obedece a la cada vez más socavada moral de los adultos, quienes influencian a los menores con el fin de evitar penas y castigos por faltas  graves como el hurto, por poner un ejemplo; desafortunadamente hoy vivimos con la incertidumbre de no diferenciar lo bueno de lo malo gracias a una sociedad cada vez mas perversa que acomoda las reglas a su conveniencia y necesidades, dadas las condiciones económicas y sociales desventajosas para muchos. Es así como podemos encontrar en el trasegar comunitario niños y niñas que son severamente castigados por no llevar el sustento diario, violentados fisca, moral y psicológicamente por no cumplir con requisitos sexuales de los adultos, ya sea para satisfacción de aquellos o como medio para adquirir ingresos económicos. El Estado, a pesar de tener las herramientas constitucionales para frenar este tipo de vulneración a los derechos, que no solo son de la infancia y la adolescencia sino de la comunidad en general, se ha venido ocupando cada vez mas por suplir algunas necesidades económicas, lo cual está bien, pero dichas estrategias deben ir acompañadas de estrategias de vida que ayuden a que tanto niños y niñas como adultos, entiendan, acaten y respeten los derechos y deberes que como humanos poseemos en una sociedad que teniendo cada vez mas figuras jurídicas olvida al ser humano en un contexto integrador no excluyente.
La Carta Magna proporciona herramientas que pueden orientar un verdadero desarrollo bio-psico-social de los niños y niñas de Colombia, pero quienes tienen la potestad para interpretarlas les han dado vuelta y las han manipulado para su propio beneficio. Es así como encontramos niños y niñas a quienes se les han vulnerado sus derechos desde la misma familia o sociedad,  creando  rencores sociales que se enquistan en los corazones de aquellos pequeños. Por “errores” de procedimiento, estos derechos pasan inadvertidos sin tener ninguna significancia social que redima a los pequeños y los reivindique con la comunidad.
Quienes trabajamos por y para lo social entendemos la letra “muerta” que en muchos casos significa la Ley de Infancia y Adolescencia, en el entendido que esta depende y está determinada por las condiciones económicas, sociales, culturales y políticas que con frecuencia son adversas, en especial en nuestro país caracterizado por la pobreza, la violencia y la injusticia social. La realidad hace que los derechos y deberes de los niños sean una verdad a medias, sin embargo, hacemos lo posible por apegarnos a estas políticas con el fin de propiciar espacios de amor, inclusión y armonía para quienes están más desfavorecidos y viven en el no-cumplimiento de sus derechos; porque hay que procurar, más que enseñar los deberes y derechos, vivirlos en la cotidianidad de nuestras vidas, siendo esta una pauta imprescindible para la vida social de los niños y niñas. Por ello los derechos no pueden ni deben ser ajenos a la cotidianidad, tanto derechos como deberes deben estar llenos de afecto y especialmente de sentido.
Cuando vemos este panorama hay quienes se desesperanzan, pero hay quienes tenemos ases para jugar y ser proactivos en procura de un mundo mejor en el que reine la iniciativa de los pequeños, los derechos y el aprendizaje de los deberes desde el ejemplo.

Todos los discursos fracasan si el niño es sólo un objeto”[2]

Nuestra labor es reivindicar al menor como ser humano pensante, la psicología como rama social es llamada a emancipar y no a alienar; es allí donde se debe actuar pensando en estrategias para que desde la célula familiar, como ente dinamizador de lo social, logremos apuntar a un verdadero desarrollo social donde no solo hablemos de derechos y deberes sino que los vivamos dando verdadero significado para quienes viven en estado de vulnerabilidad, procurando un  desarrollo holístico integrador que propicie mejores sociedades con seres humanos orgullosos de ser participes y protagonistas del desarrollo humano, seres humanos proactivos frente al respeto de sus derechos y al cumplimiento de sus deberes.
Tenemos un basto camino por recorrer en el que no solo veamos los derechos y deberes sobre el papel, un camino en el que estos sean parte activa de quienes nos sentimos con responsabilidades sociales frente a un tema que entreteje la urdimbre social.

______________________________________
[1] Artículo 44 Constitución Nacional Colombiana.
[2] Analía Cacciari, Psicoanalista. Docente en la Facultad Psicología de la Universidad Nacional de Mar del Plata.
Lady Castaño M.
Psicóloga.
www.facebook.com/faroasesoria

Adolescencia

La adolescencia es un proceso, una etapa de transición entre la infancia y la adultez, por lo tanto trae consigo dudas, búsquedas y encuentros, encuentros con el primer amor por ejemplo, aquel que hace movilizar las hormonas que están en su punto máximo de expresión; las dudas y búsquedas se dan en un contexto de rebeldía frente al medio social y familiar, lo cual trae consigo roces con sus pares y figuras de autoridad, pues están abriendo y descubriendo en sus mentes, su psiquismo y su cuerpo, sus propios conceptos, están teorizando, imaginando, planeando y  descubriendo su sentir frente a cuestiones éticas, morales e incluso empiezan a pensar y ver su proyecto de vida, aunque en ocasiones se piense que los adolescentes no tienen sentido del futuro, lo cual resulta falso, lo que sucede es que al estar en la búsqueda constante de su proyecto de vida, de establecer conceptos, deambulan por las calles de la vida y de la sociedad intentando descubrir  autores, escritos, cineastas, pintores, en fin, una serie de personajes o teorías que los lleven a identificarse para alcanzar un estado de autonomía lo cual sugiere la emancipación, emancipación que está siempre presente en esta etapa del desarrollo; si hacemos una mirada retrospectiva, los adultos indefectiblemente lanzaran juicios como “la juventud de ahora es muy difícil”, y como no serlo, si pensamos en la globalización, la Internet que abre muchas y diversas puertas al conocimiento, al descubrimiento de nuevas cosas, cuestiones que no existían hace 20 años atrás por poner un ejemplo, pues bien nuestros adolescentes cuentan con la globalización del pensamiento. Si como lo hemos mencionado, la adolescencia es un proceso de transición en el que está inmerso como único objetivo la emancipación, es apenas lógico pensar que los adolescentes busquen desatar esos pequeños e intangibles lazos que los atan a pensamientos y creencias cimentadas al interior de la familia cuando se era niño, ahora que están pensándose eso de ser adultos y todas las consecuencias que ello trae, pues el adolescente rompe con esos “lazos” de ideología familiar y empieza a construir sus propios conceptos de ética y de vida, a través de la búsqueda de identificación con sus pares o con aquellas cuestiones que a su parecer rompan con ese pasado “infantil familiar”. Es deber, desde una mirada adulta, comprender en primera instancia lo que significa la emancipación del individuo, la búsqueda de la autonomía, comprendiendo y respetando dicho proceso, lo cual no sugiere por supuesto que no exista una mirada amiga, una mirada y una mano cómplice que entienda dichas búsquedas y las guie sin dejar a la suerte o la globalización la autonomía de aquel que busca ser adulto y responsable de sus propios actos; la confusión es inherente a la búsqueda de resultados, lo cual por supuesto no sugiere quedarse allí para siempre, la confusión es el punto de partida para la organización y la identificación de puntos claves para alcanzar la autonomía, los adolescentes sueñan con ser adultos por ello es importante llevarlos a reflexionar y a pensar como tal, compartamos con ellos los efectos de la globalización, acompañémoslos en discusiones, llevémoslos a la reflexión profunda de cuestiones simples o trascendentales como el cambio del color del cabello, el cambio en el estilo de vestir, el cambio de posturas éticas y morales que ya habían sido previamente establecidas por el entorno familiar, pero que ahora se refutan y discuten; todo ello, las rebeldías, los amores y desamores, los dolores y las alegrías a veces extremas no constituyen más que la intensión de construir sus propios saberes y convicciones, no son más que la búsqueda de la emancipación, de la autonomía, de la adquisición de derechos civiles que normalmente se alcanzan con la mayoría de edad y que sugieren el establecimiento de un pensamiento y un actuar adulto, el dolor de muchos padres, la defraudación de muchos padres con su hijo adolescente, es la sensación de no tener control sobre aquellas personas que hasta hace poco se vestían y actuaban como el adulto padre lo había decretado; pues bien, esos pequeños ya no están, ahora están construyendo su propia vida e intentando obtener eso que todos los individuos soñamos y luchamos por obtener la “autonomía de vida”
Lady Castaño M.
Psicóloga.

www.facebook.com/faroasesoria

Motivación

Lo que prioritariamente nos lleva a tomar decisiones trascendentales en  nuestras vidas es la motivación, representada ésta en el amor, el dinero, el deseo por mejorar nuestra calidad de vida, las ganas de superación en fin una cantidad de cosas que si nos detenemos a pensar con cabeza fría son externas a nosotros, están básicamente representadas en los otros y en  nuestro interés por mantener en los otros un alto nivel de valía y sentimientos positivos sobre lo que representa nuestra persona para ellos, pero hay mucho más detrás, la motivación no debe partir de un factor externo sino interno esto es un  impulso que me lleva a sentirme mejor con migo mismo, un ejemplo clásico de motivación impulsada por el afuera son la cirugías plásticas, muchas mujeres y hombres acceden a ellas para verse más atractivos para el otro, esa es su mayor motivación, es así como Daniel Goleman habla de la importancia de desarrollar habilidades practicas antes de iniciar un viaje hacia el cambio por una seudomotivación, de tal manera que es importante desarrollar primero habilidades de AUTORREGULACION  Y AUTOCONOCIMIENTO, si al explorar estas dos habilidades nos damos cuenta que no es pertinente realizar ese cambio en la vida lo mejor es abortarlo e iniciar una misión de vida por nuestra propia notificación en la que prime la autorregulación y el autoconocimiento, así que, bienvenido a la búsqueda de la verdadera motivación y encuentra en ti la luz que necesitas para ser esa persona prospera que anhelas ser, lo demás, los beneficios para los demás vendrán por añadidura.
Lady Castaño M.
Psicóloga.

www.facebook.com/faroasesoria

viernes, 7 de febrero de 2014

Yo tengo razón, tú estás equivocado

La mayoría de nosotros creemos que podemos cambiar lo que los demás piensan; de otro modo, no pasaríamos tanto tiempo en la vida dándole vueltas a “qué opinan los demás de nosotros” y tratando de mejorar su juicio sobre nuestra persona. Eleanor Roosevelt dijo: “Nadie puede hacer que te sientas inferior si tú no lo permites”. Esta afirmación pone el foco de atención hacia nosotros mismos y no en los demás; por ello, quizá el único pensamiento que precisa ser cambiado es la creencia de que “los demás deberían pensar diferente”.

Evitar la infelicidad laboral

Corría el año 2007 cuando Lotfi El Ghandouri publicó El despido interior: Cuando nuestra infelicidad laboral nos lleva a convertir nuestro trabajo en una prisión. Hoy, inmersos en recortes, expedientes de regulación de empleo, congelaciones de sueldo y miedo generalizado, hay muchos que, si bien conservan el trabajo, se han despedido interiormente. Ya no están en la empresa, pero ni ellos mismos se han dado cuenta.

El hombre que escucha y ayuda a aprender a amar

Cambiando sus nombres y otros datos para respetar su confidencialidad, Stephen Grosz describe con extrema sencillez las complejas vivencias de sus pacientes. A los 61 años, este psicoanalista descendiente de judíos húngaros y rusos, nacido en las afueras de Chicago y residente en Londres, ha publicado su primer libro en España, La mujer que no sabía amar, editado por Debate y que en su edición en inglés (The examined life) ha sido elegido por la crítica literaria de The New York Times como uno de los diez libros más importantes de 2013.