jueves, 20 de febrero de 2014

Adolescencia

La adolescencia es un proceso, una etapa de transición entre la infancia y la adultez, por lo tanto trae consigo dudas, búsquedas y encuentros, encuentros con el primer amor por ejemplo, aquel que hace movilizar las hormonas que están en su punto máximo de expresión; las dudas y búsquedas se dan en un contexto de rebeldía frente al medio social y familiar, lo cual trae consigo roces con sus pares y figuras de autoridad, pues están abriendo y descubriendo en sus mentes, su psiquismo y su cuerpo, sus propios conceptos, están teorizando, imaginando, planeando y  descubriendo su sentir frente a cuestiones éticas, morales e incluso empiezan a pensar y ver su proyecto de vida, aunque en ocasiones se piense que los adolescentes no tienen sentido del futuro, lo cual resulta falso, lo que sucede es que al estar en la búsqueda constante de su proyecto de vida, de establecer conceptos, deambulan por las calles de la vida y de la sociedad intentando descubrir  autores, escritos, cineastas, pintores, en fin, una serie de personajes o teorías que los lleven a identificarse para alcanzar un estado de autonomía lo cual sugiere la emancipación, emancipación que está siempre presente en esta etapa del desarrollo; si hacemos una mirada retrospectiva, los adultos indefectiblemente lanzaran juicios como “la juventud de ahora es muy difícil”, y como no serlo, si pensamos en la globalización, la Internet que abre muchas y diversas puertas al conocimiento, al descubrimiento de nuevas cosas, cuestiones que no existían hace 20 años atrás por poner un ejemplo, pues bien nuestros adolescentes cuentan con la globalización del pensamiento. Si como lo hemos mencionado, la adolescencia es un proceso de transición en el que está inmerso como único objetivo la emancipación, es apenas lógico pensar que los adolescentes busquen desatar esos pequeños e intangibles lazos que los atan a pensamientos y creencias cimentadas al interior de la familia cuando se era niño, ahora que están pensándose eso de ser adultos y todas las consecuencias que ello trae, pues el adolescente rompe con esos “lazos” de ideología familiar y empieza a construir sus propios conceptos de ética y de vida, a través de la búsqueda de identificación con sus pares o con aquellas cuestiones que a su parecer rompan con ese pasado “infantil familiar”. Es deber, desde una mirada adulta, comprender en primera instancia lo que significa la emancipación del individuo, la búsqueda de la autonomía, comprendiendo y respetando dicho proceso, lo cual no sugiere por supuesto que no exista una mirada amiga, una mirada y una mano cómplice que entienda dichas búsquedas y las guie sin dejar a la suerte o la globalización la autonomía de aquel que busca ser adulto y responsable de sus propios actos; la confusión es inherente a la búsqueda de resultados, lo cual por supuesto no sugiere quedarse allí para siempre, la confusión es el punto de partida para la organización y la identificación de puntos claves para alcanzar la autonomía, los adolescentes sueñan con ser adultos por ello es importante llevarlos a reflexionar y a pensar como tal, compartamos con ellos los efectos de la globalización, acompañémoslos en discusiones, llevémoslos a la reflexión profunda de cuestiones simples o trascendentales como el cambio del color del cabello, el cambio en el estilo de vestir, el cambio de posturas éticas y morales que ya habían sido previamente establecidas por el entorno familiar, pero que ahora se refutan y discuten; todo ello, las rebeldías, los amores y desamores, los dolores y las alegrías a veces extremas no constituyen más que la intensión de construir sus propios saberes y convicciones, no son más que la búsqueda de la emancipación, de la autonomía, de la adquisición de derechos civiles que normalmente se alcanzan con la mayoría de edad y que sugieren el establecimiento de un pensamiento y un actuar adulto, el dolor de muchos padres, la defraudación de muchos padres con su hijo adolescente, es la sensación de no tener control sobre aquellas personas que hasta hace poco se vestían y actuaban como el adulto padre lo había decretado; pues bien, esos pequeños ya no están, ahora están construyendo su propia vida e intentando obtener eso que todos los individuos soñamos y luchamos por obtener la “autonomía de vida”
Lady Castaño M.
Psicóloga.

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