La
adolescencia es un proceso, una etapa de transición entre la infancia y la
adultez, por lo tanto trae consigo dudas, búsquedas y encuentros, encuentros
con el primer amor por ejemplo, aquel que hace movilizar las hormonas que están
en su punto máximo de expresión; las dudas y búsquedas se dan en un contexto de
rebeldía frente al medio social y familiar, lo cual trae consigo roces con sus
pares y figuras de autoridad, pues están abriendo y descubriendo en sus mentes,
su psiquismo y su cuerpo, sus propios conceptos, están teorizando, imaginando,
planeando y descubriendo su sentir
frente a cuestiones éticas, morales e incluso empiezan a pensar y ver su
proyecto de vida, aunque en ocasiones se piense que los adolescentes no tienen
sentido del futuro, lo cual resulta falso, lo que sucede es que al estar en la
búsqueda constante de su proyecto de vida, de establecer conceptos, deambulan
por las calles de la vida y de la sociedad intentando descubrir autores, escritos, cineastas, pintores, en fin,
una serie de personajes o teorías que los lleven a identificarse para alcanzar
un estado de autonomía lo cual sugiere la emancipación, emancipación que está
siempre presente en esta etapa del desarrollo; si hacemos una mirada
retrospectiva, los adultos indefectiblemente lanzaran juicios como “la juventud
de ahora es muy difícil”, y como no serlo, si pensamos en la globalización, la
Internet que abre muchas y diversas puertas al conocimiento, al descubrimiento
de nuevas cosas, cuestiones que no existían hace 20 años atrás por poner un
ejemplo, pues bien nuestros adolescentes cuentan con la globalización del
pensamiento. Si como lo hemos mencionado, la adolescencia es un proceso de
transición en el que está inmerso como único objetivo la emancipación, es apenas
lógico pensar que los adolescentes busquen desatar esos pequeños e intangibles
lazos que los atan a pensamientos y creencias cimentadas al interior de la
familia cuando se era niño, ahora que están pensándose eso de ser adultos y
todas las consecuencias que ello trae, pues el adolescente rompe con esos
“lazos” de ideología familiar y empieza a construir sus propios conceptos de
ética y de vida, a través de la búsqueda de identificación con sus pares o con
aquellas cuestiones que a su parecer rompan con ese pasado “infantil familiar”.
Es deber, desde una mirada adulta, comprender en primera instancia lo que
significa la emancipación del individuo, la búsqueda de la autonomía,
comprendiendo y respetando dicho proceso, lo cual no sugiere por supuesto que no
exista una mirada amiga, una mirada y una mano cómplice que entienda dichas
búsquedas y las guie sin dejar a la suerte o la globalización la autonomía de
aquel que busca ser adulto y responsable de sus propios actos; la confusión es
inherente a la búsqueda de resultados, lo cual por supuesto no sugiere quedarse
allí para siempre, la confusión es el punto de partida para la organización y
la identificación de puntos claves para alcanzar la autonomía, los adolescentes
sueñan con ser adultos por ello es importante llevarlos a reflexionar y a
pensar como tal, compartamos con ellos los efectos de la globalización,
acompañémoslos en discusiones, llevémoslos a la reflexión profunda de
cuestiones simples o trascendentales como el cambio del color del cabello, el cambio
en el estilo de vestir, el cambio de posturas éticas y morales que ya habían
sido previamente establecidas por el entorno familiar, pero que ahora se
refutan y discuten; todo ello, las rebeldías, los amores y desamores, los
dolores y las alegrías a veces extremas no constituyen más que la intensión de
construir sus propios saberes y convicciones, no son más que la búsqueda de la
emancipación, de la autonomía, de la adquisición de derechos civiles que
normalmente se alcanzan con la mayoría de edad y que sugieren el
establecimiento de un pensamiento y un actuar adulto, el dolor de muchos
padres, la defraudación de muchos padres con su hijo adolescente, es la
sensación de no tener control sobre aquellas personas que hasta hace poco se
vestían y actuaban como el adulto padre lo había decretado; pues bien, esos
pequeños ya no están, ahora están construyendo su propia vida e intentando
obtener eso que todos los individuos soñamos y luchamos por obtener la
“autonomía de vida”
Lady Castaño M.
Psicóloga.
www.facebook.com/faroasesoria
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